Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury (West Midlands, Inglaterra) el 12 de febrero de 1809. Sus padres eran Robert Darwin y Susan Wedgwood. Su madre murió tiempo después, en 1817. Charles fue el quinto hijo de los siete hijos del matrimonio. Desde pequeño ya se le notaba gran interés por la historia natural y afición en coleccionar insectos y plantas.
Conoció personas importante relacionados con la biología o la historia natural como Robert E. Grant, con quien colaboraría en sus investigaciones sobre anatomía y aprendería sobre el ciclo de la vida. En 1827 Darwin presentó su teoría y descubrimiento sobre las esporas blancas que encontró en los conchas de las ostras. Aunque su gran sueño quedaría aún pendiente, el de poder navegar en barco a territorios lejanos para justamente poder investigar sobre la evolución de la vida.
En la Universidad de Cambridge continuó con sus estudios de historia natural y conocería allí a dos personalidades importantes de esa área, al geólogo Adam Sedgwick y al naturista John Stevens Henslow. Este ultimo, Henslow, no solo ayudó a Darwin a ser un observador muy cuidadoso de los fenómenos naturales así como a ser coleccionistas de especímenes, sino también a tener mayor confianza en sí mismo.
Emprendió un viaje en barco inglés de investigación HMS Beagle, por la recomendación de Henslow, como un naturalista sin pago en una expedición científica alrededor del mundo para recolectar e investigar sobre especies.
En los últimos veinte años de su existencia, Darwin, se iba encontrando cada vez más cansado y enfermo. Pocos años después de su matrimonio con su prima Emma, la familia Darwin se trasladó a vivir al campo, allí quiso morir y así fue, murió el 19 de abril de 1882 de un ataque al corazón. Fue enterrado en la nave de la Abadía de Westminster (Londres).
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